Las caries del biberón son una enfermedad dental común que puede afectar a bebés y niños pequeños (entre los 6 meses y los 4-5 años aproximadamente, aunque el período más común es entre el 1 y los 2 años).

Se debe a la constante exposición de los dientes del niño o niña a líquidos que son ricos en azúcares, como la leche o los zumos de frutas, y que se dan a través del biberón. Las caries del biberón pueden causar dolor, infección e incluso en casos muy extremos (pero que desgraciadamente nos encontramos), la pérdida de dientes.

Cómo se detecta

Una de las principales características es su rápida expansión y la necesidad de actuar con rapidez para que no haya secuelas posteriores. En los dientes comienzan a aparecer pequeñas tareas blanquecinas que, si no se tratan, van cogiendo tonalidades amarillentas y acaban derivando hacia un color marrón. El consumo de alimentos con gran contenido en carbohidratos fermentables es la causa principal.

Por todo ello, es importante prevenir esta afección mediante la higiene dental adecuada y otras medidas preventivas.

Cómo prevenir las caries del biberón

Para prevenir las caries del biberón, es importante que los padres, madres y todo el que tenga cuidado de niños y niñas hasta los tres años aproximadamente tomen una serie de medidas preventivas:

• No dejar que el niño se duerma con el biberón en la boca. Los líquidos que contienen los biberones, si no se trata de agua, tienen azúcares que se quedan en la boca del niño durante largos períodos de tiempo. Esto puede causar caries dental, que se conoce con el término caries del biberón. Es importante retirar el biberón después de que el niño o la niña haya terminado de beber. Más importante es limpiar la boca del niño con un paño húmedo o una gasa para retirar los restos líquidos que hayan podido quedar.
• No utilizar el chupete impregnado de alguna sustancia dulce para que el niño o la niña se duerma o se tranquilice.
• Reducir la frecuencia del uso del biberón. Cuando los niños y niñas comienzan a tomar alimentos sólidos, es importante reducir la frecuencia de uso del biberón. Esta pequeña acción puede ayudar a reducir la exposición continuada a líquidos con azúcares y comienza a fomentar la autonomía del niño con vasos y tazas.
• Evitar el consumo de líquidos ricos en azúcares. Es importante que las niñas y niños no beban líquidos con alto contenido en azúcares, especialmente los zumos de fruta concentrados. Y no sólo por una cuestión de bienestar dental sino por una cuestión de salud en general, como consecuencia del alto contenido en hidratos de carbono, responsables muchas veces de la proliferación de las caries en los dientes.
• Fomentar una adecuada higiene dental. Es importante que los padres y madres limpien los dientes de los niños y niñas con un cepillo dental suave y una pasta dental fluorada. Esto puede ayudar a eliminar la placa y las bacterias que pueden causar caries y se fomenta un hábito que va a durar toda la vida.
• Visitar al dentista regularmente. Es importante que los niños visiten el dentista regularmente para revisar su salud dental y prevenir problemas dentales. Con estas visitas, los padres y madres inculcan un hábito que con perspectiva de futuro bienestar dental y se normaliza una situación que a menudo desemboca en un miedo infundado.

En Oris, nuestras profesionales odontopediátricas seguirán punto por punto la evolución de la salud dental de los pequeños y de las pequeñas, y te darán todas las indicaciones necesarias para que el bienestar dental de los niños sea óptimo.