La respuesta a la pregunta es bastante simple: si se consume en grandes cantidades, sí; si se hace un consumo moderado, no necesariamente es perjudicial. Sin embargo, lo mejor para nuestros dientes, obviamente, es el agua natural, que tiene un pH neutro y no representa ningún riesgo para nuestra salud bucodental. De las bebidas azucaradas, además del propio azúcar, se deriva un pH bastante bajo y, por lo tanto, susceptible de causar erosión dental.

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Un artículo del diario estadounidense The Washington Post (y que reproduce el electrónico catalán VilaWeb), ofrece una explicación desde un punto de vista odontológico y científico.

Debemos destacar que las bebidas ácidas pueden poner en peligro la salud dental. El esmalte dental, esencial para la protección de los dientes, puede ser erosionado por el consumo frecuente de bebidas con un pH bajo. El café, el jugo de limón y otras bebidas, especialmente las azucaradas, tienen un pH por debajo del límite crítico de 4, según los estudios de odontología. Consumir estas bebidas de forma regular y recurrente, por lo tanto, aumenta el riesgo de erosión del esmalte dental.

Un estudio de 2016 revela que la mayoría de las bebidas populares, como refrescos, jugos y bebidas isotónicas, tienen un pH inferior a 4. Esto hace que, si se consumen en exceso, la salud dental pueda resentirse. Incluso el agua con gas, aunque es mejor que otras bebidas, puede ser ácida como consecuencia del dióxido de carbono disuelto. Su efervescencia puede reducir el pH, y contribuir de esta manera a la erosión dental.

Por lo tanto, en este punto, los expertos recomiendan limitar el consumo de estas bebidas, especialmente el agua con gas, que puede reducir el pH de la boca si se ingiere en cantidades excesivas. Aunque es una alternativa mejor que otras bebidas, el consumo excesivo puede ser perjudicial para la salud dental.

Dicho esto, es importante consultar con el odontólogo si los hábitos de consumo de bebidas afectan la salud dental. A pesar de ser mejor que otras opciones, es crucial controlar su consumo para evitar problemas dentales a largo plazo. En cantidades moderadas, el agua con gas es menos perjudicial que otras bebidas ácidas, pero es vital mantener un equilibrio para preservar la salud dental.