El blanqueamiento dental es un procedimiento estético que utiliza agentes blanqueadores para eliminar manchas y decoloraciones de los dientes, mejorando su tono y apariencia.

Los principales tipos son el blanqueamiento dental en consultorio (con luz LED o láser) y el blanqueamiento dental casero (con férulas y geles blanqueadores).

Sí, cuando se realiza bajo la supervisión de un profesional cualificado y siguiendo las indicaciones adecuadas, el blanqueamiento dental es seguro.

Es común experimentar sensibilidad temporal durante o después del tratamiento, pero suele ser manejable y desaparece con el tiempo.

El efecto puede durar de varios meses a varios años, dependiendo de los hábitos alimenticios y de cuidado dental del paciente.

Se pueden tratar manchas causadas por alimentos, bebidas como café y té, tabaco y el envejecimiento natural de los dientes.

Por lo general, se pueden observar resultados visibles después de una o varias sesiones, dependiendo del método de blanqueamiento utilizado y del grado de decoloración inicial.

El precio puede variar según la clínica dental, el método de blanqueamiento y la ubicación geográfica. Generalmente, los tratamientos en consultorio son más costosos que los caseros.

No todos los casos son aptos para blanqueamiento dental. Es crucial consultar a un profesional dental para evaluar la idoneidad del tratamiento en cada caso particular.

Es importante realizar una limpieza dental previa y seguir las indicaciones post-tratamiento del dentista para maximizar los resultados y minimizar efectos secundarios.

Los efectos secundarios pueden incluir sensibilidad dental temporal y, en casos raros, irritación de las encías.